El azúcar de coco es un tipo de azúcar que se obtiene por calentamiento del néctar de la flor del coco. Tiene un ligero y delicioso aroma a caramelo y no sabe a coco. Su poder endulzante es similar al del azúcar blanco, es decir que, a la hora de preparar las recetas que llevan azúcar o endulzar el café, no hace falta cambiar las cantidades, es fácil de reemplazar.
Entre sus nutrientes, destacan las vitaminas del grupo B, el fósforo y el magnesio. Pero, su principal cualidad, desde el punto de vista nutricional es su bajo contenido en fructosa y su índice glucémico muchísimo menor al del azúcar blanco, aproximadamente la mitad. Su consumo no provoca picos de insulina, y la energía que proporciona es más estable y duradera.
El azúcar de coco se obtiene a través un proceso más simple que el empleado para el azúcar de caña o remolacha. Sin embargo, al final, también contiene fructosa, glucosa y sacarosa.
La savia extraída de las flores de la palmera cocotera contiene 80% agua, 15% azúcar y 5% minerales por lo cual al calentarse se transforma de ser un líquido translúcido a una sustancia densa y marrón oscura, hasta que se cristaliza formando el azúcar de coco que conocemos.