La lecitina, contiene una sustancia llamada fosfatidilcolina, que se presume que es la responsable de sus efectos medicinales. La fosfatidilcolina es una parte principal de las membranas que rodean a nuestras células. Sin embargo, cuando se consume fosfatidilcolina ésta se desintegra en el nutriente colina en vez de ser portado directamente a las membranas celulares. La colina actúa como folato, TMG (trimetilglicina) y SAMe (S-adenosilmetionina). También es usada para producir acetilcolina, una sustancia química nerviosa esencial para una función cerebral adecuada. La deficiencia dietética de colina está asociada con el deterioro de la función hepática, así como con elevadas concentraciones en sangre de alanina-aminotrans-ferasa, creatinina-fosfoquinasa y homocisteína. Asimismo, se produce un agotamiento de la concentración de acetilcolina en el cerebro, lo cual conduce a un déficit en la función de la memoria. Durante décadas, la lecitina ha sido un tratamiento popular para el colesterol alto. Estudios señalan que la administración de lecitina de soya, redujo los niveles de triglicéridos y colesterol LDL, manteniendo en niveles altos el colesterol HDL (colesterol bueno); otro estudio refiere que en mujeres postmenopáusicas la lecitina de soya mejoró significativamente su perfil lipídico.
La lecitina es una fuente de colina.
La colina contribuye al metabolismo normal de las grasas y a mantener la función hepática normal.